LO QUE LE VENDEMOS AL MUNDO: LAS EXPORTACIONES DEL PERÚ

sábado, 22 de noviembre de 2008


Hace un año el gobierno de Alejandro Toledo anunció que las exportaciones peruanas se habían duplicado entre los años 2001 y 2005. Pero ¿qué es lo que el Perú exporta y quiénes son los que compran? El presente artículo explora el desarrollo de las exportaciones peruanas durante los últimos años.

Para empezar es necesario entender las dos categorías principales que se utilizan para clasificar las exportaciones: Éstas son las exportaciones tradicionales y las exportaciones no tradicionales.
Tal como indican los nombres, las exportaciones tradicionales comprenden aquellos productos que dominaron las exportaciones peruanas en el pasado (y, en parte, lo siguen haciendo). Las exportaciones no tradicionales, en cambio, incluyen los productos que son exportados desde tiempos más recientes.
Los principales productos de exportación tradicionales son la harina y el aceite de pescado, el algodón, azúcar y café así como varios productos mineros, sobre todo cobre, estaño, hierro, oro y plata. También están las exportaciones de petróleo. Las exportaciones no tradicionales son bastante más amplias: Ahí están legumbres y frutas, textiles, madera, productos químicos y metales que no son exportados como materia prima, sino de forma refinada (dos ejemplos: alambre de cobre y joyería).
El cobre, rey de las exportaciones
Las exportaciones tradicionales se llevan, de lejos, el mayor pedazo de la torta. En abril del año 2006, éstas tuvieron un valor de 1,354 millones de dólares. Las exportaciones no tradicionales, en cambio, sólo llegaron a 372 millones de dólares en el mismo mes. Nuestro producto estrella dentro de las exportaciones tradicionales es el cobre.
Las exportaciones de cobre significaron un ingreso de 436 millones de dólares en abril del 2006, seguidas por las exportaciones de oro (330 millones) y petróleo (163 millones). Los otros productos tradicionales como la harina de pescado (62,9 millones) y el café (7,8 millones) están bastante rezagados. Las exportaciones tradicionales de algodón y azúcar llegan, hoy por hoy, casi a cero.
El boom del cobre se debe a la fuerte demanda por parte de la China y los EE.UU. Ambos son países líderes en la producción de artefactos electrónicos para cuyos circuitos se requiere cobre.
En el momento en que se escribe este artículo, el precio del cobre se cotiza en 6′710 dólares por tonelada. Hace dos años, a comienzos del 2004, el cobre aún se cotizaba en 3′000 dólares. El principal exportador de cobre en el mundo es Chile.
Comparando abril del 2005 con abril del 2006 vemos que las exportaciones total han crecido en 38,9 %. Sin embargo, este crecimiento se debe sobre todo a las exportaciones tradicionales de las que acabamos de hablar. Además, estamos frente a ganancias condicionadas no tanto por logros propios, sino más bien por un alto precio en los mercados internacionales. En abril del año 2001, el precio promedio de todas nuestras exportaciones era casi la mitad del precio promedio cinco años después.
Nuestros productos no tradicionales
Si nos fijamos solamente en los productos no tradicionales, el crecimiento de las exportaciones ha sido del 11 % entre abril del 2005 y abril del 2006. Estos representan el 21 % de nuestras exportaciones totales (372 millones de dólares de un total de 1,739 millones de dólares).
El producto estrella entre las no tradicionales son las prendas de vestir que fueron exportadas a cambio de 85 millones de dólares en abril. Le siguen, muy lejos, los productos elaborados a base de cobre (30 millones de dólares) y las legumbres (28 millones de dólares), sobre todo los espárragos, paltas y alcachofas. Las exportaciones de frutas valieron 16 millones de dólares.
El 57 % de nuestras exportaciones textiles se fueron a los EE.UU. Los EE.UU. compran, también, un tercio de nuestras exportaciones agropecuarias (categoría que comprende a las frutas y legumbres).
La predominancia de los Estados Unidos se debe no solamente a su gran mercado interno, sino también al ATPDEA (Andean Trade Promotion and Drug Eradication Act) que permite la exportación de estos productos sin aranceles. El ATPDEA vence en diciembre del 2006, pero podría ser reemplazado por el Tratado de Libre Comercio entre Perú y EE.UU. El tratado ya ha sido firmado a nivel ejecutivo pero aún requiere de la aprobación de los congresos de Perú y EE.UU.
Los últimos diez años
¿Cuál ha sido la tendencia durante los últimos diez años?
En 1995 exportamos, durante todo el año, por un valor de 5′491 millones de dólares. Diez años después, el año 2005, los ingresos por las exportaciones llegaron a 17′247 millones, un incremento de 314 %.
El incremento no se debe solamente al sector minero. También hay grandes éxitos entre los productos no tradicionales: El sector textil exportaba por 441 millones de dólares en 1995. En 2005, llegó a percibir casi el triple: 1′274 millones de dólares. Los productos agropecuarios (frutas, leguminosas) crecieron de forma parecida: De 275 millones en 1995 a 1′009 millones diez años después.
Conclusiones
A pesar de estos éxitos, queda claro que el Perú sigue cosechando sus mayores frutos con la minería. Situación que es problemática en tanto nos hace dependientes de unos pocos productos (cobre, estaño, hierro) cuyos precios no son estables en el mercado internacional.
Además de los problemas ambientales causados por la minería está también el hecho de que el sector minero no suele generar encadenamiento. Esto quiere decir que el sector minero opera de forma relativamente aislada. Por ello, no genera mayores beneficios para otros sectores de la economía.
Para generar encadenamiento es necesario pasar de la exportación de materias primas a productos elaborados, es decir, con valor agregado. Un ejemplo sería la venta de joyería donde una materia prima (el oro o la plata) pasa del sector minero al sector artesanal antes de ser exportado.
Países como EE.UU. o Alemania son ricos a pesar de no tener materias primas en abundancia. Allí, la materia prima es el conocimiento que se traduce en empresas que desarrollan tecnología de punta. Una empresa que desarrolla microprocesadores para computadoras requiere un ejército de especialistas en informática. El valor agregado que se produce es de tal magnitud que la construcción de una fábrica de procesadores puede costar varios miles de millones de dólares y aún así ser rentable.
Por lo mismo, es imposible subestimar la importancia de la educación para el futuro de la economía peruana. Sólo el conocimiento humano, reflejado en la educación básica de las escuelas y la especializacion en la universidades puede llevarnos de una economía dependiente de materias primas a una exportadora de ideas.
Por
Evaristo Pentierra

2 Comments:

Anónimo said...

yo creo q las exportaciones son muy buenas porq de hecho nos ayudan a salir adelante nacionalizando nada mas los priductos no ganamos mucho aunq tiene deventajas tambien pero nos conviene mas

Anónimo said...

Nuestro Perú es un país poseedor de grandes riquezas naturales y de climas propicios para tener una buena producción de alimentos, lo que falta es tecnología y avidez de los peruanos por aprovechar sus riquezas....no dejemos que se lleven nuestras materias primas!!!

 
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